espero que esta banca, en donde seguro, apareces te guste
Píale
Buscando entre las noticias me encuentro con una repetición
que se está volviendo tan sombría como una fiesta de cumpleaños preparada donde
nadie llega. Es como buscar en una explicación para lo que se considera “inhumano”,
“monstruoso”, “horror” de acuerdo al encabezado que quieras escoger de
diferentes países que se supone tienen la hegemonía y sacan a los migrantes so
pretexto de soberanía y le dan a un banco germano el poder de manejar las
pensiones de su población, parecen tan “independientes” como esos países donde
los amaneceres de recuerdo donde se mezclan los gritos de celo los pajarillos
que no saben tuitar con límites y los tamales oaxacaños o su equivalente de una
planta madre como maíz o la yuca o la caña o el frijol o mejor no sigo por qué
voy a querer nopalitos en salsa verde con caldillo de frijoles y tortillas. Esa
isla que dice no está en unión, pero si lo esta
Y se vuelve esa opacidad con la cancina explicación que la
depresión, la ansiedad y radicalismo dan como resultado invariable una fuerza
destructiva.
Partir de una conclusión para mi es peligroso y quiero
compartir la siguiente escena que viví y es un micro cosmos:
En una colonia con aspiraciones a vivir en los jardines de Versalles
una mujer describe la conducta de otra calificándola de india (como insulto)
aclarando que seguro tiene algo de caucásica pero no es evidente y comenzamos
hablar de accidentes y como una mujer que no tiene mayor empacho desnudarse si
la obra del fin del mundo lo requiere que prepara cada actuación con todo su
cuerpo de gargantas cerradas ante un monologo largo y violento que siente sus
años y los porta como una mirada de mujer que ha sabido rearmarse después de
tantas caídas y de esa mujer hablábamos dos abogadas, la loca de mí la normal
de ella cuando interviene su padre, de la normal a favor mío diciendo es que
primero los recursos se aplican a quien este herido o enfermo ante dos testigos
mudos que no se atreven o no quieren decir que piensan de este enunciado:
Primero van quien va quien más lo necesita
Pero ¿Y qué paso con el dinero?
Pues ya no quedan ni ganas ni fuerzas de reclamar ni enferma
porque sano y eso es lo que importa
No es todo lo que importa contesta la abogada
Sigo con mi mamey y pienso que no es casualidad que el que
es calificado como esquizofrénico y la desadaptada de mi coincidamos
No lo es por cada uno a su manera hemos sobrevivido con la
ayuda de otras personas de buen hacer los altibajos de nuestra historia y
estamos caminando a aceptarlos y dejar de pelear contra nuestra psique.
Por eso cuando dices enfermedad mental se asocia con democracia
frecuencia violencia en especial en Alemania y Francia en las últimas semanas
como si la sociedad fuese ajena de esa extranjería donde nos quieren colocar a
aquellos no somos ellos y que los asustamos por recordarles que si no mantienen
sus formas y maneras de etiqueta puede que lleguen a pensar que las personas no
tienen un correlativo en el mercado.
Que las enfermedades mentales son también sociales y son el
reflejo de lo que muchas personas no se atreven a sacar en un auto registro o
en una terapia o en un acompañamiento porque piensan que ser grande significa
que son gigantes que no pueden darse el lujo de pedir ayuda, o que son fuertes
a punta de lo que tiene en la cuenta bancaria o escondiéndose del fracaso como
el fracaso y la perdida no enseñara nada si no en la fortaleza de unas palabras
amables que pueden sanar y sacarte de un apuro y que la valentía es sinónimo de
silencio.
Por eso apoyo cuanta iniciativa tenga que ver con dialogar
desde mi extranjería impuesta a sus normalidades que yo no termino de aprender,
pero que no impiden el dialogo con quien es diferente.
Con quien me da un trozo de chocolate para no deprimirme o
licopodium o me señala la importancia de que las tristezas compartidas se
convierten en ira que cambia vidas que hay que acudir a ver a las plantas del
interior, que hay ser inventivos plantearnos nuevas formas de hacer las cosas
aun cuando los normales se enojen y teman porque las zonas más pobreza son las
más verdes, porque hay una economía de compartir que está naciendo y donde es
ser no es lo mismo que tener y estar no es lo mismo que ser. Ser quien está sin
tener puede tener más impacto por ser una escucha dispuesta que tener y no
ayudar. Una economía que parte de la reprocidad no de la ferocidad.
De la confianza, de saber que tienes unas cuantas personas
que te ayudaran a ponerte de pie y a caminar, pero no caminaran por ti.
A una de esas mujeres será dedicada la siguiente banca
Aguita desnochada
registrando la esperanza que se empeñan en decir que sola manera y que tiene
ganas de gritar en un acantilado y perderme en una cocina.